La violencia intrafamiliar está matando a Bogotá

Durante las últimas semanas en lo que respecta a estudios de familia se han desarrollado temas, por ejemplo “Integración social”  ha indagado sobre “El Cartuchito” una invasión de habitantes de calle y recicladores en el barrio María Paz de la localidad de Kennedy que se dedican a la venta de reciclaje y objetos recolectados, el lugar convertido en mercadillo, se ha vuelto un problema denunciado por los habitantes del sector, ya que invaden la vía pública y lo más grave, ha sido ambiente propicio para el microtráfico y la delincuencia. Por tal motivo, la Alcaldía ha buscado mediante operaciones de intervención reubicar a estos vendedores y acabar con el expendio de estupefacientes para finalmente recuperar la seguridad de la zona. Las intervenciones han tenido capturados, evidencia, pero no se ha efectuado en su totalidad por desacuerdos entre ambas partes.

Mientras que la línea “Género, mujer y LGBTI”, se centró en los índices de violencia intrafamiliar, específicamente dirigida a la mujer, en estos estudios se ve reflejada la situación de agresión, la cual ha aumentado los últimos años, por esta razón la Alcaldía, por petición de Carmen Teresa Castañeda desde su puesto de personera, ha gestionado un proyecto de concientización por medio de cursos y comparendos a aquellos que lleven a cabo agresiones a mujeres. También se ha trabajado la creación de tolerancia colectiva a la comunidad LGBTI por medio de charlas y espacios que abren continuamente.

Finalmente, en la línea “Familia, adolescencia y vejez”, el tema está enfocado también hacia la agresión intrafamiliar, expandiendo la perspectiva hacia los distintos tipos de violencia: sexual, física, verbal y psicológica. Se encuentra que en promedio cada hora se atienden 3 casos de agresión (claro, esta es solo la reportada), de las cuales se busca hacer un seguimiento para ver como resultan estos casos a futuro o si se resuelven, otra de las soluciones fue crear una app la cual sirve para informar casos de agresión.

A través de esto podemos darnos cuenta que una de las problemáticas más fuertes que atraviesa la ciudad, e incluso al país, es la violencia intrafamiliar, en los últimos años parecen presentarse con más frecuencia casos de abandono de menores dentro de las casas, feminicidios y abandono de adultos mayores en asilos o hasta en la calle. 
Según Medicina Legal, en 2016 se reportaron 26.473 casos de violencia intrafamiliar y 50.707 de violencia de pareja, normalmente motivados por el machismo o celos. Estos móviles no son nuevos, de hecho, todo lo que hay escondido tras la palabra “machismo” tiene una trayectoria histórica en Colombia rastreable hasta cuatro siglos atrás. Al escuchar los casos de muchas mujeres que han atravesado situaciones de maltrato por parte de sus parejas, normalmente ocurre por situaciones de embriaguez que sacan lo peor de relaciones fundamentadas en un sistema opresor, el término es objeto de burlas, pero eso no lo hace menos real, la violencia que muchas veces desemboca en asesinatos se da porque una mujer fue capaz de hacer lo mismo que su pareja le hace a ella o peor aún, por no seguir sus órdenes.

Muchos ya lo han dicho, parece ser que la única solución a ese desagradable fenómeno es la destrucción de lo establecido en cuanto a la noción de propiedad que muchos hombres imponen sobre sus parejas por el hecho de ser mujer. Esto nos lleva entonces a otros casos no muy tenidos en cuenta por la sociedad y que requieren con urgencia estudios e intervenciones: la violencia de pareja ejercida hacia el hombre o la violencia entre parejas LGBTI.

Respecto a la posible revocatoria del alcalde Enrique Peñalosa, pese a que es un proyecto que se hunde cada vez con más rapidez, sería lo más correcto para el momento que atraviesa Bogotá. Su anterior alcaldía tuvo amplio reconocimiento porque la ciudad estaba en mejor estado y las problemáticas a menor nivel y alcance, sin embargo, hoy en día se necesita un alcalde que plantee soluciones reales y represente los intereses de la mayoría, Peñalosa parece tener a la mayoría de los sectores sociales en su contra y no está respondiendo a las complejas situaciones que se presentan.